Conservar la fruta secándola es una técnica antigua. Miles de años antes de nuestra era, la gente de casi todo el mundo las utilizaba para comer fruta no sólo en verano, sino también en el árido invierno. Generalmente se utilizaba el llamado horno, un horno de secado especialmente diseñado para este fin. Hoy en día, en comercios especializados existen deshidratadores automáticos que hacen que secar sea un juego de niños. Por supuesto, no es necesario comprar un dispositivo nuevo. El horno o el microondas también funcionarán.
¿Por qué frutos secos?
Al secar la fruta fresca y eliminar el agua que contiene de forma natural, tienes tres ventajas principales. Por un lado, esto significa que los frutos duran mucho más. La eliminación del agua previene o retrasa la formación de podredumbre. Al mismo tiempo, aumenta el contenido relativo de fructosa, lo que tiene un efecto conservante. Es difícil decir cuánto duran realmente los frutos individuales. Esto depende esencialmente del tipo de fruta y del grado de secado. Sin embargo, por regla general se puede decir que los frutos secos se pueden conservar durante varios meses si se envasan correctamente. Después de la cosecha en otoño, definitivamente te permitirá pasar el invierno. Otra ventaja es que las frutas tienen un sabor más dulce, afrutado y, en general, más intenso después del secado. En definitiva, los frutos secos también son más saludables porque al secarlos aumenta su contenido en minerales y vitaminas. Además, la mayoría de los tipos de frutos secos también son increíblemente ricos en fibra y estimulan la digestión.
¿Qué frutas se secan?
Los distintos tipos de frutas que ahora crecen en nuestros jardines son aptos para secar de diferentes maneras. No hay absolutamente ningún problema con las siguientes variedades o especies:
- Manzanas
- Peras
- Higos
- Ciruelas
- Uvas
- Albaricoques
Consejo:
Seque siempre la fruta inmediatamente después de la cosecha y no la almacene temporalmente. Esto significa que el contenido de vitaminas se mantiene en un nivel más alto.
Preparación
Para secar perfectamente la fruta, se requieren algunos pequeños pasos previos. Por supuesto, primero hay que cosecharlo. Entonces definitivamente deberías lavarlo con agua limpia. Una vez hecho esto, se pelan todas las frutas y se quitan las semillas. Se recomienda encarecidamente cortar frutas más grandes, como manzanas o peras, en rodajas finas. Cuanto más finas sean las rodajas, más fácil y rápido se secarán. Si desea que sus frutos secos luzcan frescos y tentadores, remoje la fruta fresca brevemente en jugo de limón diluido antes de secarla.
Secado al horno
Si no tienes deshidratador y no quieres comprar uno, lo mejor es usar el horno de la cocina para secar la fruta fresca. Una estufa de aire circulante es realmente perfecta para esto, ya que permite que el aire caliente circule constantemente en el tubo. Todo esto también funciona con relativa facilidad con un simple calor inferior y superior. Por supuesto, la temperatura es de gran importancia. Debe estar en la temperatura más baja del horno, que suele ser de 50 grados centígrados. En ningún caso esta temperatura debe superar los 50 grados, de lo contrario existe el riesgo de que la fruta no se seque sino que se hornee. Al secar, proceda de la siguiente manera:
- coloca varias capas de papel de hornear en la bandeja del horno para recoger la humedad
- distribuye las frutas cortadas encima y asegúrate de que no se peguen entre sí
- Deje siempre la puerta del horno abierta un pequeño espacio, por ejemplo sujetando una cuchara de madera, para que la humedad pueda escapar
- voltear la fruta cada 15 minutos
No es posible decir en términos generales cuánto tiempo tienen que secarse los frutos. Lo único que suele ayudar aquí es comprobar el grado de sequedad a mano de vez en cuando. Una superficie arrugada de algunas frutas también es una indicación de que se ha escapado la mayor parte del agua. Esto es especialmente cierto en el caso de las uvas, las ciruelas y los albaricoques.
Secar en el microondas
Después del deshidratador y el horno, el microondas es la tercera mejor opción para secar fruta de forma sensata y en un tiempo manejable. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayoría de las vitaminas y minerales se pierden al secar con este aparato, al menos mucho más que en el horno. Cómo hacerlo:
- primero calienta la fruta en el microondas a máxima potencia durante unos dos minutos
- luego abre la puerta para dejar escapar la humedad
- luego deja la fruta en el microondas en la posición más baja durante unos 20 a 30 minutos
- Abra la puerta brevemente cada dos o tres minutos para extraer la humedad
No se debe subestimar la importancia de eliminar la humedad durante el secado. Esto se aplica tanto al horno como al microondas. Si no abre la puerta con regularidad y queda humedad en el aparato, la fruta se cocinará pero no se secará del todo.
Secado al aire libre
Independientemente de si se trata de un horno o un microondas, si la fruta está demasiado seca en estos aparatos, siempre se produce un alto consumo de energía. Esto no es bueno ni para su bolsillo ni para el medio ambiente. Si desea ahorrar dinero y proteger la naturaleza, puede recurrir al viejo secado al aire libre. Sin embargo, debes tener en cuenta que este método lleva mucho tiempo. Además, los frutos deben estar bien protegidos de pájaros e insectos. En general, no se recomienda necesariamente el secado al aire.
Después del secado
Los frutos secos se guardan mejor bien empaquetados y protegidos. Como embalaje son especialmente adecuadas las bolsas de plástico o los recipientes de plástico. Las latas de metal, por el contrario, no son tan buenas porque existe el riesgo de que el ácido de la fruta restante reaccione con el metal. Los frutos secos se pueden utilizar de diversas formas. Saben tan bien como un refrigerio dulce o como complemento de fruta al muesli. Pero las frutas también se pueden utilizar fácilmente para hornear. Sin embargo, es recomendable remojar primero los frutos secos en agua. Esto garantiza la jugosidad necesaria para, por ejemplo, un delicioso pastel, sin reducir el dulzor y el sabor intenso.