En octubre las temperaturas bajan diariamente hasta llegar finalmente al punto de congelación. No todas las plantas sobreviven a la estación fría sin protección. Hasta que lleguen las primeras heladas, conviene preparar las hierbas culinarias del jardín y del balcón para el invierno. La protección que necesitan las plantas o si necesitan alojamientos especiales para el invierno varía de una especie a otra.
Hierbas anuales o perennes
La hibernación de las hierbas de jardín depende de la especie y su hábitat natural, así como de la esperanza de vida. Las plantas anuales como la mejorana o el eneldo no pasan el invierno, sino que se cultivan a partir de semillas en el nuevo año. Las hierbas bienales y perennes varían en su capacidad para adaptarse a temperaturas heladas. Las plantas mediterráneas provienen de regiones con meses de invierno suaves y temperaturas superiores al punto de congelación. En Europa Central, estas plantas pueden sobrevivir fácilmente a la estación fría en el balcón o en el jardín, si se piensa en la protección adecuada durante el invierno.
Cosecha de plantas perennes
El orégano, la melisa y la menta se encuentran entre las plantas perennes cuyas partes aéreas se marchitan en otoño. Las plantas emergen del portainjerto en primavera. Puedes cosechar y secar las hojas sanas antes del invierno para obtener especias:
- Corta el tallo justo por encima del suelo
- Eliminar inflorescencias
- secar en el horno a 50 grados centígrados
- sácalas cuando las hojas crujen al romperse
No cortes plantas leñosas
El hisopo, la ajedrea y la lavanda se vuelven amaderados con el paso de los años. Desarrollan troncos sólidos que vuelven a brotar cada primavera. Estas hierbas de jardín no deben podarse antes del invierno. Los cortes frescos aumentan el riesgo de sufrir daños por heladas porque se secan muy rápidamente en los días soleados. Los brotes leñosos sirven como protección natural para las plantas contra el frío. Estas hierbas culinarias se podan después del invierno. Para que los brotes frescos reciban suficiente luz, las hierbas se cortan en un tercio.
Preparando macetas de hierbas
Las macetas grandes se envuelven con plástico de burbujas o con esteras gruesas de espuma para que el sustrato quede óptimamente protegido del frío. Coloque las macetas en una pared protegida o en el invernadero, ya que los vientos helados pueden dañar las hierbas. Se recomienda un método diferente para macetas pequeñas:
- Pon las macetas de hierbas en una caja de madera
- Las cosas se van por los huecos
- Envuelve la caja con tapetes hechos de caña o fibra de coco
- Ata el aislamiento con cordón de fibra natural
- Cubrir la bola de olla con hojas
- Elige una zona protegida del viento y la lluvia
Nota:
Las alfombrillas protectoras hacen que la caja de madera desaparezca con elegancia. Elija tapetes grandes para proteger las plantas de los vientos fríos.
Elegir base
No es sólo el frío lo que supone un peligro para las plantas. La humedad también puede causar problemas. A las hierbas de jardín les gusta un sustrato ligeramente húmedo para que sus brotes no se sequen. La nieve y la lluvia provocan un encharcamiento excesivo. En invierno, tanto las cajas con macetas pequeñas para hierbas como los recipientes grandes deben colocarse sobre una superficie aislante. Lo ideal son placas de poliestireno o bloques de madera. El agua no permanece en la maceta, donde podría congelarse debido a las heladas del suelo, sino que se drena a través de los orificios de drenaje. También se evita la humedad que sube desde abajo y que puede dañar las raíces.
Cubrir las hierbas de la cama
Las hierbas culinarias arbustivas como la salvia, la lavanda y el tomillo agradecen la protección contra las ramas de abeto, la maleza, la paja y las hojas. Estos materiales no protegen contra las heladas, ya que aún pueden penetrar el suelo. Más bien, la capa protectora evita que las hojas pierdan humedad excesiva en los días soleados. En el suelo helado no pueden volver a absorberlos, lo que daña la planta. Para evitar que el sustrato se encharque, conviene colocar las plantas en un lugar elevado del parterre.
Reubicar plantas sensibles de exterior
El tomillo jengibre, el romero y la lavanda pueden pasar el invierno en el lecho o trasplantarse a grandes macetas de barro a finales del verano. Poco antes de Navidad entran en un invernadero donde se plantan. Sobreviven el invierno en suelos ligeramente húmedos. En el interior suele hacer demasiado calor para estas hierbas y no se pueden satisfacer las necesidades de luz. Si no tiene un invernadero, puede pasar el invierno las plantas en macetas en el balcón de la siguiente manera:
- Envuelve la olla con madera o lana de oveja
- Cubra los brotes con un forro polar de invierno transpirable
- Palos de bambú o mimbre sirven como andamio
- Mantenga la tierra ligeramente húmeda y cubra con mantillo de unos cinco centímetros de espesor
Consejo:
Al comprar forro polar de invierno, preste atención a la calidad del jardinero. Estos materiales no pesan más de 90 gramos por metro cuadrado y brindan una protección óptima.
Reposicionar plantas resistentes a las heladas
La albahaca, la hierbaluisa y los pelargonios aromáticos no sobreviven el invierno en macetas al aire libre. En sus cuarteles de invierno necesitan temperaturas entre diez y 15 grados centígrados y mucha humedad. Si hibernas las hierbas del jardín en la cocina, debes poner un recipiente con agua al lado de la olla. Asegúrate de que la bola de plantas no se seque.