Las berenjenas son saludables, bajas en grasas y calorías. Aunque tienen poco sabor propio, tienen una consistencia agradable. Si quieres disfrutarlos fuera de temporada, puedes congelarlos.
Frutas adecuadas
Las berenjenas están en temporada de agosto a octubre. La fruta que se vaya a congelar debe estar necesariamente fresca y madura, pero no demasiado madura. Por lo general, esto no es un problema si cosechas la tuya en tu propio jardín. La situación es diferente con las frutas compradas. Un huevo maduro tiene una cáscara mate y brillante que no cede en absoluto o sólo ligeramente cuando se presiona.
Si es demasiado blando o tiene una cáscara con manchas, es mejor mantenerse alejado de él. Básicamente, es recomendable no comprar las frutas más grandes, sino las más pequeñas. Suelen ser más aromáticos y de sabor más intenso. Las berenjenas verdes no son aptas para el consumo, ni crudas ni cocidas. Al igual que las patatas verdes, contienen solanina tóxica y sustancias amargas que hacen que estas frutas no sean comestibles. Cuando se trata de congelar fruta madura, existen diferentes métodos disponibles.
Congelar berenjenas crudas
Las frutas de huevo crudas congeladas son especialmente adecuadas para hacer puré, hacer puré o guisar debido a la consistencia suave de la pulpa después de descongelarla. Para la congelación son adecuadas las bolsas para congelador, los recipientes de plástico u otros recipientes fáciles de cerrar y resistentes a las heladas disponibles en el comercio. Al utilizar bolsas para congelador, debe asegurarse de que quede la menor cantidad de aire posible en las bolsas para evitar en la medida de lo posible la formación de condensación.
- Cosecha las berenjenas lo más frescas posible
- Utilice únicamente muestras sanas e intactas
- Elimine los restos de tierra adheridos con un cepillo para verduras
- Luego enjuague con agua corriente fría
- Secar con cuidado
- Pelar con pelador o cuchillo afilado
- La cáscara puede desarrollar un sabor amargo
- Cortar en rodajas o cubos de unos ocho centímetros de grosor
- Empacar en bolsas para congelador en porciones
- Sella la bolsa herméticamente y ponla en el congelador
Consejo:
Una vez cortadas las berenjenas conviene congelarlas lo más rápido posible. Si las dejas mucho tiempo, toman un color marrón, parecido a rodajas de manzana o patata.
Cocinar fruta antes de congelarla
Para que la comida se pueda preparar más rápidamente, también puedes preparar la berenjena antes de congelarla.
Blanqueamiento
Blanquear las verduras antes de congelarlas es útil porque reduce la actividad de ciertas enzimas que son responsables de la descomposición de la estructura y la pérdida de sabores y vitaminas. También en este caso las verduras se limpian primero y se cortan en cubos o rodajas. Es mejor cortar solo la cantidad que puedas usar inmediatamente. Dado que las frutas se calientan antes de congelarlas, no es necesario pelarlas.
- Dependiendo de la cantidad de fruta, añadir sal al agua y llevar a ebullición
- Agregue jugo de limón para evitar la decoloración de los trozos de fruta
- Para tres o cuatro litros de agua, aproximadamente 125-200 ml de jugo de limón
- Agregue los cubos de berenjena al agua hirviendo en porciones
- Blanquear durante unos tres minutos
- Luego retirar con una espumadera
- Colocar inmediatamente en un recipiente con agua helada o cubitos de hielo
- Dejar en agua helada durante unos cinco minutos
- Luego verter por un colador y dejar escurrir
- O colocar sobre varias capas de papel de cocina para que se seque
- Dejar enfriar completamente antes de congelar
- Luego en bolsas o latas para congelar y en el congelador
- Estable hasta nueve meses a menos 18 grados
- Envasado al vacío incluso hasta 14 meses
También es posible colocar las rodajas de berenjena escurridas sin apretar en un plato plano y luego colocarlas en el congelador durante una a tres horas, dependiendo del tamaño de las rodajas. Luego, las rodajas congeladas se pueden envasar en bolsas para congelar y volver a guardar en el congelador.
Consejo:
El agua para escaldar se puede reutilizar fácilmente hasta cinco veces. Si es necesario, agregue agua y/o jugo de limón en la cantidad adecuada.
Asar a la parrilla, hornear o asar
Las berenjenas también se pueden asar, freír o hornear antes de conservarlas o congelarlas. Puedes cortarlos a lo largo o dejarlos enteros. No es necesario quitar el caparazón.
- Cortar berenjenas enteras a lo largo por un lado
- La base del tallo puede permanecer en la fruta, pero no tiene por qué estar
- Como alternativa, corte la fruta del huevo en rodajas longitudinales un poco más gruesas
- Precalentar el horno a 200 grados
- Coloque la fruta entera o en rodajas en la bandeja para hornear
- Cepilla ambos con aceite
- Luego hornea hasta que esté dorado
- Dependiendo del tamaño de la fruta, aproximadamente de 30 a 60 minutos
- Luego sacar del horno y dejar enfriar
- Coloque en bolsas sellables para congelador o en una caja de plástico y póngalo en el congelador
- La vida útil es aproximadamente la misma que la de los huevos blanqueados
Alternativas a la congelación
Si demasiadas frutas maduran a la vez y es necesario cosecharlas, también puede extender la vida útil de algunas frutas de huevo secándolas. La mejor forma de hacerlo es volver a cortarlas en rodajas. El secado se puede realizar en horno, deshidratador, ensartado y colgado o tumbado sobre una rejilla al aire libre. Todo suele tardar varios días. Una vez que las rodajas se hayan secado completamente, se pueden guardar en recipientes herméticos e idealmente opacos. Las berenjenas secas se utilizan como tomates secos.
Consejo:
No se recomienda guardar las berenjenas en el frigorífico. Aquí la fruta, ligera y sensible a la presión, adquiriría una consistencia gomosa.