Con su sabor picante y sus valiosos ingredientes, el jengibre se puede utilizar de diversas formas. Y las formas en que se ofrece comercialmente son igualmente numerosas. Pero como normalmente sólo se necesitan pequeños trozos de raíz con brotes laterales en forma de dedos, muchas personas evitan comprar jengibre fresco. Con el método correcto se puede conservar durante muchas semanas.
Selección al comprar
Las raíces picantes del jengibre son en realidad rizomas que se extienden en el suelo debajo de la planta de jengibre y sirven como órgano de almacenamiento y para la reproducción. Dado que es casi imposible utilizar un tubérculo entero de una sola vez, al comprarlo debes prestar atención a la frescura. Cuanto más fresco esté el tubérculo, más tiempo se podrá almacenar. Hay algunas características para reconocer productos de alta calidad.
Signo de frescura y buena calidad:
- piel regordeta y de color marrón claro
- seco y firme
- ningún defecto o solo defectos mínimos
No es recomendable comprar raíces de jengibre cuya piel luzca húmeda, muy magullada o arrugada. Si los dedos están suaves y pueden doblarse o incluso sentirse blandos, eso no indica exactamente frescura.
Consejo:
Compre pequeñas cantidades con más frecuencia en lugar de almacenar el jengibre durante mucho tiempo.
Guardar a temperatura ambiente
Con su piel exterior similar a una corteza, la raíz de jengibre dura mucho más que muchas otras verduras y frutas cuando se almacena a temperatura ambiente. Sin embargo, guardarlo a temperatura ambiente sólo tiene sentido si desea utilizar la especia aromática inmediatamente o dentro de unos días. Coloca el rizoma en un plato o en un frutero de la cocina o despensa, preferiblemente en un lugar donde esté protegido de la luz solar directa. Esto mantiene el bulbo de jengibre fresco durante aproximadamente una semana antes de que pierda grandes cantidades de humedad e ingredientes y comience a volverse leñoso.
- preferiblemente almacene la raíz de jengibre intacta
- en un lugar fresco y oscuro
- sin pelar
- no atravesar un área grande
Una vez cortado el bulbo de jengibre, solo se puede almacenar en una habitación cálida por un corto tiempo. La interfaz se seca y la pulpa se vuelve fibrosa o incluso leñosa. También pierde sus aceites esenciales y, por tanto, su sabor picante y picante.
Almacenamiento a largo plazo
Si desea que la raíz de jengibre se mantenga fresca por más tiempo, debe almacenarla en un lugar fresco, seco y oscuro.
1. Almacenamiento en el sótano
En un sótano oscuro y sin calefacción, pero aún así seco, las condiciones para la conservación del bulbo de jengibre son mucho mejores que en una sala de estar cálida y luminosa. Colocada sobre un paño o un trozo de papel de cocina, una raíz fresca se mantendrá fresca durante aproximadamente dos o tres semanas en estas condiciones.
2. Conservar en el frigorífico
Para un uso prolongado, recomendamos guardarlo en el frigorífico. Para evitar que el tubérculo se seque, es una buena idea colocarlo en una bolsa de plástico con cierre hermético y exprimir la mayor cantidad de aire posible. La raíz de jengibre sin pelar se mantiene fresca en el compartimento de verduras del frigorífico durante unas cuatro semanas. Asegúrate de que el rizoma del jengibre permanezca seco. El ambiente húmedo del frigorífico supone un riesgo de formación de humedad y condensación. Para evitar que se forme moho o pudrición, se recomienda empacar las raíces en un lugar seco y hermético.
- preferiblemente de una sola pieza
- sin pelar
- lavado y secado
- envolver en una hoja de papel de cocina
- colocar en una bolsa de plástico con cierre hermético o en una caja de conservación
3. Guardar en el congelador
Si has comprado grandes cantidades de jengibre, no debes esperar hasta que envejezca lentamente y pierda sus valiosos ingredientes. Las sobras se pueden congelar fácilmente y utilizar cuando sea necesario. Aunque puedes poner el tubérculo entero en el congelador, es especialmente fácil quitarle la especia si lo has pelado y dividido en porciones con antelación. Rallar el rizoma antes de congelarlo es cuestión de gustos. Los trozos congelados se pueden rallar fácilmente sin descongelarlos primero. El procedimiento de congelación se ve así:
- lavar con agua limpia
- secar con palmaditas
- cortar las puntas secas
- cortar los dedos
- pelar
- cortar en trozos o rallar
Para que las porciones individuales no se peguen al congelarlas, puedes colocarlas primero en el congelador sobre una bandeja pequeña, una cubitera o sobre papel de aluminio. Después de aproximadamente una o dos horas, las porciones estarán lo suficientemente congeladas como para poder colocarlas en una caja para congelador o en una bolsa con cierre. Cuando se congela, la raíz de jengibre picante conserva su frescura durante unos seis meses.
Jengibre Pelado
Una vez pelado o cortado el bulbo de jengibre fresco, si es posible, ya no debes guardarlo a temperatura ambiente. Sin embargo, puedes envolver bien las sobras con papel de aluminio y guardarlas en el frigorífico o congelarlas inmediatamente. Si f alta la piel protectora, la raíz se seca en muy poco tiempo y cambia de color. Por lo tanto, corte sólo la cantidad de bulbo de jengibre que realmente necesite y mantenga las superficies de corte pequeñas. Si has pelado demasiado, debes utilizar las sobras lo antes posible.
- envolver en papel de aluminio
- alternativamente colocar en bolsas para congelar
- incluye la menor cantidad de aire posible
- se conserva en el cajón de verduras del frigorífico unos días
Consejo:
Las interfaces se vuelven rápidamente secas y fibrosas. Por lo tanto, debes retirarlos generosamente antes de consumirlos.
Consejos de preparación
Al comprar jengibre, elija preferiblemente una pieza con un tallo principal grande y sin muchos dedos estrechos. Esto se debe a que es difícil pelar la piel de estos finos brotes laterales y terminarás produciendo desechos innecesarios. En general, las raíces de jengibre son mucho más fáciles de pelar cuando aún están regordetas y frescas. La pulpa se vuelve blanda a medida que envejece, lo que dificulta pelar la cáscara. Por tanto, es aconsejable pelar el tubérculo lo antes posible. Es mejor quitar la piel dentro de una semana después de la compra.
Herramientas:
- cuchillos de cocina
- Pelador de verduras
- Cuchara
Primero, use el cuchillo para quitar los extremos secos y cortar trozos grandes. El pelador de verduras es perfecto para pelar zonas más grandes. Puedes usar la cuchara para raspar los puntos pequeños y duros que sean difíciles de alcanzar con el pelador de verduras.