No es posible ver los ácaros en la cama a simple vista porque los arácnidos miden sólo entre 0,1 y 0,5 milímetros. Sin embargo, los signos de los ácaros de la cama son claros y relativamente fáciles de detectar.
Nutrición y hábitat
Los ácaros de la cama se alimentan de escamas de piel, cabello y otras células muertas que contienen queratina. Por lo tanto se encuentran principalmente en:
- Ropa de cama
- almohada
- Colchones
- Muebles tapizados
- Alfombras
- Camas para mascotas
Los textiles se ven fundamentalmente afectados. Esto también puede incluir toallas y ropa. También prefieren zonas húmedas y cálidas. Esto hace que el dormitorio y la cama sean especialmente atractivos. Cubrir colchones, ropa de cama, etc. puede reducir el contacto con los ácaros.
Detección de infestación por ácaros de la cama
Identificar los ácaros de la cama y poder clasificar los síntomas no es fácil. Porque los síntomas son muy parecidos a los de un resfriado, sobre todo al principio. Sin embargo, hay algunas señales que apuntan claramente a los arácnidos y los problemas que causan. Esto incluye la duración y el momento en que ocurrió. Los típicos son:
- quejas persistentes durante más de dos semanas
- Malestar al despertar
- Alivio mediante ventilación
- Mejora a lo largo del día
Nota:
Si ni siquiera un purificador de aire con filtro HEPA y un cambio completo de ropa de cama y colchón aportan ninguna mejora, es necesario consultar urgentemente a un médico. Porque entonces lo más probable es que el problema no sea causado por los arácnidos.
Síntomas
Hay varios síntomas y signos físicos de una infestación de ácaros.
Dificultad para respirar
La hinchazón del tracto respiratorio puede provocar problemas con el suministro de aire. En estos casos se debe consultar urgentemente a un médico. Inicialmente, una nariz "densa" es característica inmediatamente después de despertarse. En algunos casos, este problema puede incluso despertarte.
Ojos
Uno de los primeros signos de un número excesivo de ácaros en la cama es la irritación de los ojos. Los síntomas típicos son:
- aumento del flujo de lágrimas
- Picazón
- Enrojecimiento
- Dolor
- Hinchazón
Erupción
Cuando los ácaros pican a personas o animales, dejan huellas. Las consecuencias típicas de esto son:
- Picazón
- Puntos
- Enrojecimiento
- Hinchazón
También puede producirse inflamación. Esto es particularmente probable y representa un riesgo si se rasca las picaduras y, por lo tanto, se crea una infección secundaria. Las bacterias, los virus o las esporas de hongos pueden ingresar a las heridas a través de las uñas.
tos
Los alérgenos de los excrementos de los ácaros hacen que las membranas mucosas se hinchen y produzcan más secreciones. Los bronquios intentan deshacerse de la mucosidad y provocan tos. Esto suele ir acompañado de esputo.
Dolor de cabeza
Al igual que un resfriado, pueden ocurrir dolores de cabeza tensionales. La cabeza oprime y duele, parece pesada y puede palpitar. Lo que a menudo se nota es que el dolor empeora con el esfuerzo y aparece inmediatamente después de despertarse o interrumpe el sueño.
Estornudos y secreción nasal
Los excrementos de los ácaros irritan las membranas mucosas del tracto respiratorio y pueden provocar estornudos y síntomas parecidos a los del resfriado. Las mucosas producen más secreción y se hinchan. Además, se producen sustancias mensajeras que desencadenan reacciones inflamatorias.
Esto provoca los siguientes síntomas:
- respiración difícil
- Presión sinusal
- moqueo y congestión nasal
Más señales
Si el perro y el gato también duermen en el sofá o en la cama o si la pareja y los niños sufren síntomas similares, se debe suponer que se trata de ácaros. Los rascados constantes, la pérdida de pelo y los puntos doloridos son particularmente notorios en las mascotas.
Alergia
Si se encuentra una gran cantidad de ácaros en el colchón, esto puede causar alergias a largo plazo. Esto no se debe directamente a los animales en sí, sino que sus heces contienen alérgenos. Estos pueden provocar diversos síntomas e irritaciones. Estos empeoran cuando se levanta el polvo. Este puede ser el caso, por ejemplo, si utiliza aire acondicionado o instala un ventilador. Los primeros síntomas pueden parecerse a los de un resfriado.
Prevención
Dado que los ácaros prefieren zonas cálidas y húmedas y pueden multiplicarse y propagarse muy rápidamente, especialmente en verano, conviene tomar las medidas adecuadas. Esto incluye, entre otras cosas:
- ducha por la noche
- ventilar la cama, manta y almohada y dejar secar durante el día
- Cambie el colchón cada siete años a más tardar
- lavado regular a altas temperaturas de al menos 60 grados centígrados
- ventilación correcta y frecuente
- La temperatura en el dormitorio preferiblemente no debe exceder los 18 grados centígrados
Esto no permite eliminar todos los ácaros ni mantenerlos alejados de forma segura. Sin embargo, el número se reduce notablemente.