Si los tomates muestran una decoloración marrón en el área donde comienzan las flores, entonces la pudrición del extremo de las flores suele ser la culpable. No se trata de una plaga ni de hongos, sino de una enfermedad que daña el metabolismo de los tomates. Las causas de la pudrición apical aún no se han investigado ni aclarado completamente, pero hay buenos resultados en el tratamiento de la enfermedad. Los resultados obtenidos hasta ahora al menos apuntan a ciertas soluciones para una prevención eficaz.
imagen maliciosa
Los frutos del tomate primero aparecen manchas acuosas en la base de las flores y luego se vuelven oscuras. Las bases de las flores se encuentran en la parte inferior del fruto, directamente opuesta a la base del tallo. Pero las hojas también pueden verse afectadas por la pudrición apical, que se manifiesta en puntas de los brotes malformadas. Las hojas que vuelven a crecer no pueden desarrollarse adecuadamente y mueren rápidamente. Sin embargo, no todas las variedades de tomate reaccionan de la misma manera a la enfermedad, por lo que la apariencia puede variar significativamente.
- Manchas de color gris verdoso a marrón oscuro
- Poco a poco, las manchas en la tela se hacen más grandes
- Finalmente, el tejido se hunde por completo y se endurece
- En casos raros, aparecen deformidades en las puntas de los brotes
- Las hojas jóvenes están muy deformadas y crecen mal
Causas
Cuando aparecen los primeros signos de pudrición apical, la culpa puede ser un riego incorrecto. Incluso si las plantas de tomate reciben muy pocos nutrientes, son más susceptibles a la enfermedad metabólica. Además, el valor del pH y la concentración de sales nutritivas en el suelo juegan un papel importante, entre ellas amonio, potasio, magnesio y sodio. El suministro de calcio también es un factor importante: los suelos ácidos y permanentemente demasiado secos provocan deficiencias, ya que el calcio se absorbe principalmente a través del agua de riego y, por lo tanto, puede llegar a los frutos.
- Las fuertes fluctuaciones en las unidades de fundición suelen ser la causa
- Suministro inadecuado de nutrientes
- Un suelo demasiado ácido favorece la progresión de la enfermedad
- La pudrición apical es más común en los tomates de invernadero
- Las variedades de tomates de crecimiento fuerte y exuberante están particularmente en riesgo
Combate y Prevención
Las plantas de tomate necesitan un riego regular, pero no excesivo. Especialmente durante los largos períodos secos, las unidades de riego son extremadamente importantes para no debilitar innecesariamente el sistema inmunológico de la planta. Además, las dosis de fertilizantes son un factor importante para el mantenimiento de la salud, al igual que el contenido de sales nutritivas. Para tomar las medidas preventivas adecuadas, se recomiendan análisis del suelo, ya que pueden proporcionar información precisa sobre los hechos. Usted mismo puede determinar fácilmente el valor del pH del suelo; puede adquirir un kit para la prueba en comercios especializados. Esto se puede utilizar incluso sin conocimientos químicos, gracias a la reacción colorante el jardinero puede comprobar el contenido de cal del suelo.
- El suelo no debe estar ni demasiado seco ni demasiado húmedo
- Es óptimo que el suelo esté uniformemente humedecido
- Asegurar un suministro equilibrado de nutrientes
- Evitar el exceso de sales nutritivas como magnesio y potasio
- Compruebe periódicamente el valor del pH del suelo
- El pH ideal del suelo es 6,5
- Neutraliza los suelos demasiado ácidos añadiendo cal
- Como alternativa, introduzca polvo de roca en el suelo
Consejo:
Si se repiten problemas de pudrición apical u otras enfermedades, se recomienda un análisis detallado del suelo por parte de un laboratorio especializado. Esto se puede realizar, por ejemplo, con la ayuda del LUFA (Instituto de Investigación e Investigación Agrícola), con recomendaciones de fertilizantes adecuadas si se desea.
Fertilizante
Si las plantas de tomate reciben muy pocos nutrientes, son especialmente susceptibles a la pudrición apical. En este caso, se recomienda una fertilización regular, pero en la cantidad adecuada para evitar una oferta insuficiente o excesiva. Fertilizar excesivamente el suelo con un fertilizante que contenga demasiado nitrógeno también es una de las posibles causas de la enfermedad. Los minoristas especializados ofrecen fertilizantes especiales que se adaptan a las necesidades específicas de los tomates. Si los primeros síntomas aparecen en los frutos, entonces es adecuado un fertilizante cálcico eficaz que se absorba a través de las hojas.
- Fertilice las plantas de tomate según sea necesario
- El fertilizante natural orgánico con efectos a largo plazo es ideal
- Rocíe fertilizante de calcio en las hojas
Comestibilidad
Los tomates afectados se notan primero por pequeñas manchas en la base de las flores que son algo acuosas. Estas manchas aumentan gradualmente de tamaño, lo que hace que el tejido se hunda y se vuelva antiestético. Luego se seca y endurece. Según la experiencia, los daños a menudo sólo aparecen esporádicamente en los frutos del tomate. En la mayoría de los casos, no todos los tomates de una panícula ni todas las panículas de una planta enferma se ven afectados. Los frutos aún sanos se pueden comer sin problemas, pero las zonas enfermas deben eliminarse antes de su consumo. Normalmente no hay ningún impacto en el sabor ya que la pulpa interna permanece prácticamente intacta.
- Los frutos de tomate afectados se pueden comer de forma segura
- Corte generosamente las áreas podridas antes de consumir
- Si la enfermedad ha progresado demasiado, elimine completamente los tomates infectados
Conclusión
Si el jardín se utiliza para cultivar cultivos, estos deben revisarse periódicamente. De esta manera se pueden detectar enfermedades a tiempo y asegurar la cosecha. La pudrición apical puede aparecer rápidamente en los tomates si las unidades de riego, la calidad del suelo y el suministro de nutrientes no son los correctos. Por eso, para prevenir permanentemente la pudrición apical, es importante regar el suelo de manera suficiente y uniforme y fertilizarlo según sea necesario. Además, se le debe suministrar suficiente calcio. Si algunos frutos de tomate ya están afectados y muestran los primeros signos de decoloración, todavía son aptos para el consumo. Sin embargo, las zonas descoloridas deben cortarse generosamente, ya que la pulpa del interior de la fruta suele estar intacta.