Los amantes de las fresas están especialmente contentos en mayo, porque es cuando comienza la temporada de fresas en las regiones locales. Los frutos rojos no sólo tienen un sabor especialmente dulce, sino que también son muy saludables. Además, son increíblemente bajos en calorías, por lo que también son adecuados como snack dulce durante una dieta. Además, las fresas son auténticas bombas vitamínicas y también son ricas en numerosos minerales y oligoelementos.
Valores nutricionales
Las fresas se componen de aproximadamente un 90 por ciento de agua y son extremadamente bajas en calorías. A pesar de su inconfundible dulzor, los frutos rojos sólo contienen una pequeña cantidad de azúcar. Además, su índice glucémico es relativamente bajo, con un valor de 30 a 40. Esto significa que comer fruta previene un rápido aumento de los niveles de azúcar en sangre. Esta propiedad es particularmente beneficiosa para los diabéticos porque les permite comer fresas sin dudarlo. Los frutos rojos también contienen fibra valiosa, que no es digerible para el organismo humano y, por lo tanto, no tiene valor energético para el organismo. La fibra estimula la digestión y promueve así una actividad intestinal saludable.
Valores nutricionales por 100 gramos de fresas
- Calorías: 32 kcal
- Energía: 135 kJ
- Grasa: 0,40 g
- Carbohidratos: 5, 50 g
- de los cuales azúcar: 5, 30 g
- Fibra: 2,00 g
- Proteína: 0,82 g
Vitaminas
Los frutos rojos son auténticas bombas vitamínicas porque contienen muchas vitaminas valiosas. Cabe destacar especialmente el contenido de vitamina C: 100 gramos de fresas contienen alrededor de 55 miligramos de vitamina C y, por tanto, aportan más ácido ascórbico que los cítricos. El requerimiento diario de esta vitamina es de alrededor de 95 miligramos para las mujeres y alrededor de 110 miligramos para los hombres y puede satisfacerse consumiendo poco menos de 200 gramos de fresas. Las propiedades positivas de la vitamina C son impresionantes porque, gracias a su efecto antioxidante, fortalece el sistema inmunológico y retiene los radicales libres del cuerpo. También protege las células del cuerpo del daño y fortalece la piel. Además de la vitamina C, las fresas también contienen otras vitaminas que también favorecen nuestra salud.
Vitaminas por 100 gramos de fresas
- Vitamina A: 0,008 mg
- Vitamina B1: 0,03 mg
- Vitamina B2: 0,05 mg
- Vitamina B3: 0,5 mg
- Vitamina B5: 0,3 mg
- Vitamina B6: 0,06 mg
- Vitamina B9: 0,065 mg
- Vitamina C: 55 mg
- Vitamina E: 0,12 mg
- Vitamina K: 0,013 mg
Ácido fólico
Las fresas contienen una cantidad extremadamente significativa de folato (vitamina B9), que pertenece al grupo de las vitaminas B y que a menudo (incorrectamente) se denomina ácido fólico. El folato se refiere a la vitamina que se encuentra naturalmente en los alimentos, mientras que el ácido fólico es su contraparte sintética. Los folatos están activos principalmente dentro de las células y, por tanto, participan en la reproducción celular y en todos los procesos de crecimiento y curación. Esto es especialmente beneficioso para las mujeres embarazadas, ya que el efecto del folato favorece el desarrollo óptimo del embrión. Pero el ácido fólico es esencial para todos porque un estudio encontró que la vitamina puede reducir significativamente el riesgo de sufrir un derrame cerebral.
Vitaminas B
Los frutos rojos son ricos en diversas vitaminas del grupo B, que en conjunto contribuyen a un metabolismo eficiente. La vitamina B1 (tiamina) es responsable, entre otras cosas, del metabolismo energético y es esencial para el sistema nervioso. También reduce el nivel de ácido del estómago y asegura “frescura mental”. Dado que la capacidad del cuerpo para almacenar B1 es limitada, debe tomarse diariamente si es posible. Un componente importante del metabolismo de los carbohidratos y las grasas es la vitamina B2 (riboflavina). Esto también influye en la agudeza visual y permite la liberación de hormonas del estrés, por lo que comer fresas también beneficia a las personas estresadas.
El nivel de colesterol a veces está regulado por la vitamina B3 (niacina). La niacina también contribuye al metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas e influye tanto en el estado de ánimo como en el sueño. La vitamina B5 (ácido pantoténico) juega un papel importante en el metabolismo energético y también contribuye a la producción de energía. Favorece la defensa contra el estrés, aumenta el colesterol y tiene un efecto antiinflamatorio. La vitamina B6 participa tanto en el metabolismo energético como en la formación del pigmento rojo de la sangre. También juega un papel importante en el sistema nervioso porque asegura el equilibrio de sodio y potasio.
Vitamina A, K y E
Además de vitamina C y vitamina B, las fresas también contienen vitamina E (alfatocoferol). Esto ofrece protección contra el estrés oxidativo porque protege los ácidos grasos poliinsaturados de la destrucción. También promueve la salud de los glóbulos rojos y mejora la absorción de nutrientes. La vitamina K (filoquinona) es esencial para la coagulación de la sangre y también participa en la regulación de la formación ósea. Porque ayuda a los huesos a procesar mejor el calcio y por tanto tiene un efecto positivo sobre la densidad ósea. La vitamina A (retinol) es particularmente responsable del crecimiento y formación de nuevas células. También tiene una influencia positiva en la regeneración de la piel, por lo que a menudo se encuentra en diversas cremas para la piel.
Minerales
Además de las vitaminas, los minerales en particular desempeñan un papel importante en la salud. Estos no pueden ser producidos por el propio cuerpo humano, pero son nutrientes esenciales. Por ello es fundamental consumirlos continuamente a través de la alimentación. Las fresas son ricas en diversos minerales, destacando especialmente el contenido en potasio. El potasio tiene una importancia central para el metabolismo energético y al mismo tiempo asume funciones importantes en el transporte de sustancias a través de las membranas celulares. También influye positivamente en la regulación del azúcar en sangre y favorece la función de los nervios.
Minerales por 100 gramos
- Potasio: 145 mg
- Calcio: 25 mg
- Magnesio: 15 mg
- Sodio: 3 mg
- Fósforo: 25 mg
- Azufre: 13 mg
- Cloruro: 14 mg
Minerales y sus efectos
Las fresas contienen mucho calcio y fósforo, que son importantes para el mantenimiento de los dientes y los huesos. El calcio también interviene en la transmisión de estímulos tanto en el sistema nervioso como en los músculos. Además, el calcio favorece el correcto funcionamiento de las enzimas, que a su vez son necesarias para el funcionamiento saludable del corazón, los riñones y los pulmones. El magnesio es necesario para que el metabolismo del calcio y el potasio funcione correctamente. Este mineral también es importante para la transmisión de estímulos de los nervios al músculo y, por tanto, está directamente relacionado con la contracción muscular funcional.
Oligoelementos
Los oligoelementos son aquellos minerales que el cuerpo humano sólo necesita en pequeñas cantidades. Sin embargo, no se debe subestimar la importancia de estas sustancias, ya que intervienen tanto en la formación de la sangre como en la función enzimática. Las fresas son ricas en oligoelementos, destacando especialmente su contenido en hierro y zinc. El hierro juega un papel importante en muchos procesos del cuerpo humano. Entre otras cosas, participa en la formación del pigmento rojo de la sangre y es responsable del transporte y almacenamiento de oxígeno. El hierro también es esencial para la funcionalidad de diversas enzimas y al mismo tiempo fortalece el sistema inmunológico. Se considera que el zinc es de gran importancia para la protección celular porque promueve la cicatrización y el crecimiento de heridas. También ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y promueve la salud de la piel y el cabello.
Oligoelementos por 100 gramos
- Hierro: 0,96 mg
- Zinc: 12 mg
- Cobre: 0,12 mg
- Manganeso; 0,39 mg
- Flúor: 0,024 mg
Las sustancias vegetales reducen el riesgo de cáncer
Además de las numerosas vitaminas y minerales, las fresas también contienen una serie de sustancias vegetales que también tienen un efecto positivo para la salud. La fresa debe su color rojo a las antocianinas. Se trata de sustancias vegetales secundarias que son especialmente conocidas por sus efectos antioxidantes. Las antocianinas no sólo pueden mitigar los procesos inflamatorios, sino que al mismo tiempo activan la apoptosis (“muerte celular programada”) de las células cancerosas. Las fresas también contienen polifenoles, que pueden proteger contra enfermedades cardiovasculares y prevenir la inflamación. Estas sustancias vegetales secundarias matan los gérmenes y también reducen el riesgo de cáncer. El efecto preventivo del cáncer se atribuye especialmente al polifenol “ácido elágico” contenido en las fresas. Un estudio ha demostrado que el ácido elágico vuelve inofensivas las sustancias cancerígenas. Además, el consumo regular de fresas puede aliviar los síntomas del reumatismo y la gota porque los frutos rojos son ricos en ácido salicílico.
Conclusión
Las fresas no en vano se encuentran entre las frutas más populares: no sólo convencen por su sabor dulce, sino que también favorecen la salud. Gracias a su bajo contenido calórico, también se pueden consumir de forma segura durante una dieta y también son adecuados como tentempié para diabéticos.