Los gatos cazan ratones. Es una pena que a los gatos les guste presentar sus presas a sus dueños. Por eso muchos ratones muertos o aún vivos han acabado en el apartamento. Esto no es necesariamente agradable para nosotros los humanos. Un sistema que detecte cuando el gato tiene un ratón en la boca podría evitar su entrada y así solucionar inteligentemente el problema.
Situación problemática
Si tienes uno o más gatos exclusivamente en el apartamento o en la casa, normalmente no tendrás que preocuparte de que las presas entren en el apartamento, porque los gatos no tienen oportunidad de cazarlos. Sin embargo, la situación es diferente para los llamados gatos de exterior, ya que son gatos a los que también se les permite salir a la calle. Allí siguen su instinto natural de caza y a menudo matan todo lo que al menos se ajuste aproximadamente a su patrón de presa. La mayoría de las veces son
- Ratones,
- Ratas,
- Pájaros,
- Lagartos,
- Ranas
- y otros animales pequeños.
Solo por razones de higiene, la gente no quiere tener nada de esto en sus hogares. Sin embargo, los gatos tienen una tendencia natural a querer presentar sus presas a las personas a las que pertenecen. No importa si el animal sacrificado todavía está vivo o ya está muerto. Si el gato accede a la casa a través de una puerta para gatos, todavía no se ha podido comprobar si trae consigo a su presa. Aquí es exactamente donde entra en juego el nuevo sistema.
Cómo funciona
Las puertas para gatos comunes son dispositivos puramente mecánicos que consisten en un marco y una puerta móvil suspendida dentro de él. Permiten que los animales salgan y regresen a voluntad, simplemente porque la trampilla no representa un obstáculo sólido. Si combina este sistema mecánico con algo de electrónica, el acceso se puede controlar con relativa facilidad bloqueando la trampilla. Desde hace varios años existen puertas para gatos capaces de escanear automáticamente el chip que a menudo se implanta bajo la piel del animal. El código del chip se introduce previamente en el sistema de trampilla. Si un gato extraño intenta utilizar la trampilla, se le negará el acceso porque la trampilla se bloqueará.
Nota:
Los gatos suelen recibir un chip del veterinario. El objetivo es garantizar que cada animal pueda ser reconocido, al menos en toda Europa, en caso de desaparición.
Principio de reconocimiento facial
Las gateras, que sirven para evitar que los gatos entren en casa con ratones u otros animales, se construyen exactamente sobre esta base. Sin embargo, se amplía para incluir el principio de reconocimiento facial o de cabeza. Los sensores escanean la cabeza del animal y pueden determinar mediante un microcontrolador si corresponde a la forma habitual. El trasfondo es que la forma general cambia inevitablemente cuando un gato lleva una presa en la boca. Si la forma de la cabeza no se corresponde con el estándar almacenado en el sistema, la trampilla no se desbloqueará y no será posible el acceso. Sin embargo, hasta el momento no existe ningún colgajo de este tipo listo para salir al mercado. Al parecer todavía hay muchos problemas con el proceso de escaneo necesario, especialmente de noche o al anochecer. Es imposible estimar cuánto tiempo pasará realmente antes de poder comprar un sistema de este tipo.
Instalación
La instalación de gateras en puertas y ventanas es extremadamente sencilla y puede ser realizada fácilmente incluso por personas no profesionales. Esto no cambiará con las aletas que son capaces de detectar ratones y otros animales de presa. Como lo más probable es que funcionen con una batería, no es necesariamente necesaria una fuente de alimentación externa. Sin embargo, es probable que el esfuerzo de mantenimiento aumente, ya que los sensores instalados deben limpiarse periódicamente para que funcionen sin problemas. En comparación con la molestia y la emoción que puede causar un ratón que todavía está vivo en el apartamento, esto probablemente represente mucho trabajo extra.
Desarrollo
Las gateras con detección de ratones son ciertamente más que un simple truco técnico porque, al menos en teoría, son capaces de resolver un problema específico. La experiencia con el escaneo de chips también sugiere que un sistema de este tipo también puede funcionar de forma fiable. También es probable que los costes derivados de ello se mantengan dentro de límites estrechos. Se puede suponer que, dependiendo del equipamiento, oscilarán entre 150 y 200 euros.